La competencias son ahora --con la reforma al bachillerato-- las unidades básicas para medir el nivel de conocimientos de un egresado de bachillerato. Y son entonces --lo serán en un futuro-- el estándar nacional para lograr o no una certificación de educación media superior. Ésta es la estrategia 1.7 para lograr elevar la calidad de la educación en México (Objetivo estrategico 1 del Programa Sectorial 2007-2012). (Notemos de paso que, a la larga, puede esperarse que se añada un nuevo examen estandarizado a los de ENLACE y CENEVAL, sólo que ahora con un efecto personal muy concreto para los adolescentes: te certificas o no te certificas.)
La Reforma al Bachillerato (RIEMS --la I es por Integral) es una iniciativa que debería ser bienvenida por todos los mexicanos. Pero ha nacido con un handicap heredado: está en riesgo de ser percibida por la población (sobre todo por los profes) como otro discurso educativo sexenal --y una innovación educativa más, la cual se hará obsoleta al llegar la innovación (el sexenio) siguiente. Y, si así fuera percibido, no existe ningún incentivo para estudiarla y aprenderla, puesto que --según esa percepción posible-- caerá en desuso y se hará anticuada ante la novedad siguiente.
Para evitar caer en ese error de percepción, habría que saber que el discurso de competencias en educación ya tiene al menos 10 años que se inauguró en Europa (Declaración de Bolonia, 1999) con motivo de la formación de la Unión Europea. Si los países europeos iban a estar unidos económicamente (por ejemplo, con la modeda común), entonces debería de estar unidos también en otros aspectos clave. Uno de ellos es la educación: urgía un estándar para el intercambio de títulos universitarios de un país a otro. Y la solución fueron las competencias.
Si uno ve la reforma al bachillerato desde esta perspectiva, es fácil darse cuenta que no es una reforma que se le haya ocurrido a los expertos en educación de la SEP, para cubrir las apariencias sexenales. La RIEMS viene de una presión internacional que es, sin embargo, no coercitiva: no es obligatorio para México alinearse con la declaración de Bolonia; pero si México quiere mantenerse a la altura de la globalización (es decir, no quedarse marginado por decisión propia) entonces...
El discurso de las competencias de la Reforma al Bachillerato hay que interpretarlo, como se interpreta un artículo de la Constitución (recordemos que hay doctores en derecho especializados en interrpetarla). Como ejemplo, permítaseme destacar las dos primera competencias genéricas de la Reforma:
1. Se conoce y valora a sí mismo y aborda problemas y retos, teniendo en cuenta los objetivos que persigue.
2. Es sensible al arte y participa en la apreciación e interpretación de sus expresiones en distintos géneros.
Enseguida se da una interpretación resumida del que esto escribe a las 11 competencias genéricas de la RIEMS:
- Administrador eficiente de sus recursos cognitivos.
- Versado en arte y expresión artística.
- Versado en cuidado del cuerpo, estilos de vida y relaciones interpersonales.
- Bilingüe y versado en comunicación.
- Versado en métodos de razonamiento y análisis de la información, propios de la ciencia y la filosofía.
- Versado en argumentación científica y filosófica.
- Autodidacta y versado en métodos de estudio.
- Versado en discusiones y tareas grupales orientadas a una meta común.
- Versado en la cultura cívica de participación y colaboración social.
- Capacidad para aprender de otros y respeto a la diversidad cultural.
- Versado en cultura ecológica y desarrollo sustentable.
Las competencias genéricas son las que todos los egresados de bachillerato deberían haber desarrollado durante los tres años en él, sin importar el tipo de bachillerato. Pero aparte de las genéricas hay otros dos tipos de competencias en la Reforma: competencias disciplinares y competencias profesionales. A ellas dedicaré otro post.
Los saluda
jmd